Guadalajara tiene alto riesgo sísmico

Un movimiento en la costa o en el río Santiago podrían causar daños como ya ocurrió en 1932 y en 1912, respectivamente, con ambas fallas.

Guadalajara.- La zona metropolitana de Guadalajara (ZMG) es susceptible de sentir pronto un sismo de gran magnitud, ya que está por cumplirse el ciclo respectivo y se encuentra cerca de zonas de liberación de energía, como la que se ubica frente a las costas de Puerto Vallarta y la del río Santiago. Ésa es la opinión de David Barrera, director del Centro de Estudios de la Tierra, del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la Universidad de Guadalajara.
El investigador afirmó que los sismos de gran magnitud se registran con una periodicidad de entre 80 y cien años, y en la ZMG ese lapso está por cumplirse. Recordó que el 3 de junio de 1932 se registró un terremoto de 8.1 grados en la escala de Richter cuyo epicentro fue junto a la brecha sísmica que se localiza frente a la costa de Jalisco, que es la más grande del país.
Se trata de una zona de subducción que se forma por el choque de dos placas tectónicas, informó Barrera. Eso significa que allí se va acumulando calor, que es una energía que en determinado momento busca ser liberada. Algo parecido a un globo que se infla con aire y que, para liberarlo, truena.
El investigador del CUCEI comentó que la otra amenaza para la metrópoli es la cuenca del río Santiago, porque es una falla geológica activa, lo que significa que está en constante movimiento y puede ocasionar un gran sismo si ese movimiento se da más rápido de lo normal. El sismo más reciente en esa falla fue en 1912 y quedó registrado con 6 grados en la escala de Mercali, que estudia aceleración y movimiento, a diferencia de la de Richter, que mide la liberación de energía.
Ese sismo, el de 1912 en la zona del río Santiago, causó destrucción en San Cristóbal de la Barranca y dejó 20 muertos.
Respecto a los escenarios posibles, y si es benéfico que Guadalajara esté asentada sobre jal, que serviría como amortiguador, el universitario manifestó que depende del epicentro en el que se registre el movimiento telúrico. Si se registra frente a la costa de Jalisco, la onda sísmica llegaría muy disminuida y, aunque sería perceptible, no tendría grandes repercusiones como en otras zonas, como Ciudad Guzmán o el DF, precisamente porque el suelo en esas ciudades es de sedimentos lacustres, no de roca compacta.
En cambio, un sismo originado en la zona del río Santiago podría mover más las estructuras. Dada la cercanía, la onda sísmica sería mayor y los 300 metros de jal sobre los que se encuentra la ciudad no amortiguarían lo suficiente.
Tiembla a diario
David Barrera, director del Centro de Estudios de la Tierra de la UdeG, confirma que todos los días tiembla en Jalisco, pero, en su gran mayoría (99 por ciento) se trata de sismos de intensidad menor a los 3 grados en la escala de Richter, por lo que son imperceptibles, incluso para los sismógrafos.
Informa que la Universidad de Guadalajara realiza un monitoreo permanente de los movimientos telúricos y cuenta con once estaciones ubicadas principalmente en la zona metropolitana.
Sobre cómo afectaría un sismo de gran magnitud a la ciudad, Barrera comentó que es imposible predecirlo, pero se mostró optimista porque desde hace quince años, y a raíz de la presión de investigadores del CUCEI, se cuenta con un reglamento de construcción propio de la zona que toma en consideración el sismo de mayor intensidad que se ha registrado en la región, que en este caso es de 8.4 grados y tuvo lugar en la costa en 1932. Eso significa que las edificaciones que se han levantado desde principios de los años noventa deben estar pensadas para aguantar un sismo de esa magnitud... al menos en el papel.
Adelantan alerta de tsunamis
Mañana será puesto en operación el sistema de alerta de tsunamis en la costa de Jalisco. La inauguración de este equipo la realizará el gobernador del estado, Emilio González Márquez, en Puerto Vallarta, en el marco del Día Estatal de Prevención de Desastres.
Este sistema de alertas fue anunciado en marzo pasado (Público, 12 de marzo, 2010) y su inauguración se había programado hasta septiembre, pero al parecer cambiaron los planes.
Según información de Protección Civil, el sistema consta de 27 equipos de detección a lo largo de 270 kilómetros de costa, y será operado desde las instalaciones de la corporación en Melaque, Cihuatlán.
La alarma es una adaptación del sistema francés Tremor, y se activa a partir de un sismo de 6.5 grados Richter; permite alertar sobre la posibilidad de un tsunami hasta con 25 minutos de antelación.
En marzo pasado, cuando se anunció oficialmente, se dijo que las alertas de tsunami serían anunciadas por mensajes de texto y vía correo electrónico. (Guadalajara. Público)
¿Qué hacer?
Expertos recomiendan estar siempre preparados para un temblor, por lo que sugieren revisar los planos de su casa u oficina para determinar de qué material están construidas y si cuentan con castillos de varilla o vigas, ya que esas zonas son las más seguras para colocarse en caso de un sismo.
Se sugiere también contar permanentemente con comida enlatada en casa, ya que, después de los sismos o en caso de derrumbe, será difícil conseguir alimentos. También se recomienda tener una lámpara y un radio de pilas.
Diseñar un plan de protección civil con la familia, que establezca un punto de encuentro en lugares seguros como parques.
Durante el temblor se recomienda guardar la calma, no correr y no gritar, ya que eso puede ocasionar accidentes de repercusión lamentable. Si se encuentra en edificios altos, no se recomienda bajar las escaleras, porque son las que se caen.
Considere que el sismo, como tal, no dura más de cinco segundos, pero las rocas tardan en acomodarse y el movimiento en el subsuelo puede ser perceptible por varios minutos, ya que las rocas son elásticas y tardan en acomodarse.
También es conveniente estar alerta después del sismo, ya que se pueden registrar una buena cantidad de réplicas, como en el caso del temblor de hace poco más de una semana en Baja California, al que siguieron más de dos mil casos.
Fuente: David Barrera, investigador del CUCEI de la UdeG

 
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